¿Rompiste la dieta otra vez? Mejor rompe con la mentalidad de dieta
La palabra dieta está muy extendido en nuestra sociedad. Puedes hacer tú misma la prueba. Cuando se acercan las vacaciones de verano, ¿cuántas personas de tu alrededor van a empezar una dieta o sino, van a empezar a controlar un poco lo que comen? Seguro que te ha salido más de una.
Si, vivimos sometidos a la mentalidad dieta, y esto no quiere decir exclusivamente hacer dieta, sino concebir tu alimentación como si estuvieras haciendo una, sin darte cuenta. Defines los alimentos como buenos o malos, incluso tienes en tu mente una lista de productos prohibidos. Te sientes culpable si te excedes en las comidas o cuando consumes productos procesados. Piensas cómo van a afectar tus comidas a tu cuerpo. ¿Te suenan?
Todos estos conceptos que forman parte de nuestra forma de relacionarnos con la comida es lo que se llama mentalidad dieta.
Todos estos conceptos los hemos ido incorporando porque, probablemente, hemos crecido rodeadas de mensajes que promueven la necesidad de perder peso o modificar el cuerpo para sentirte bien o, incluso, para tener salud. Aunque, sucede todo lo contrario y hacer dieta puede dañar tu salud y empeorar tu relación con la comida.
Hacer dieta, restringir alimentos, compensar comidas o sentir vergüenza al comer determinados alimentos, no contribuye a cuidar tu salud.
Querer aprender a comer sano con flexibilidad y practicar hábitos saludables sin buscar la pérdida de peso va consiguiendo más adeptos, tanto entre los profesionales de la nutrición como entre las personas, y esto es clave para sumar esfuerzos y romper con la mentalidad dieta. Una tarea nada fácil teniendo en cuento todo el exceso de información que nos rodea.
Eliminar la mentalidad dieta de tu vida te ayudará a sentirte mejor y a nutrir tu salud física y mental. Y esto es lo que realmente importa si buscas cambios que ayuden a cuidarte de forma respetuosa con tu cuerpo y tu mente.
Sin embargo, después de tantos años conviviendo con la mentalidad dieta, es posible que no sepas por dónde empezar. Por eso, a continuación, voy a compartirte varias cosas que pueden ayudarte a conseguirlo.
¿Cómo romper con la mentalidad dieta?
Primero ser consciente de qué es la mentalidad dieta.
Esto te permitirá detectar esos momentos en los que concibes la alimentación como tal, poder cambiar tu actitud y poco a poco ir dejándola de lado. No es un proceso que se hace de una día para el otro, porque es un concepto que tenemos muy incorporado en nuestro día a día. Pero todo es empezar.
Por ejemplo, evitas comer pizza un lunes aunque se te antoje porque crees que sólo puedes comerla durante el fin de semana, es porque estás en mentalidad dieta. O si sientes que tras una comida con amigos tienes que salir a dar un paseo para compensar los excesos, también es mentalidad de dieta.
Tienes que marcarte objetivos diferentes a la pérdida de peso y que estén relacionados con conductas que te hagan sentir bien y, además, dependan de ti. Es decir, salir a pasear, comer frutas y verduras cada día o dedicar tiempo suficiente a las comidas.
Aprender a comer sano y olvídate de hacer dieta.
Si aprendes a comer sano con flexibilidad, establecerás una relación saludable con la comida, disfrutarás de cualquier comida independientemente de su calidad nutricional y lograrás practicar unos hábitos de alimentación saludables. De esta forma te sentirás cómoda sin la necesidad de tener que comer siempre de una determinada manera.
Deshazte del ruido dieta que te rodea.
Este punto puede que sea el más difícil ya que los medios de comunicación, las redes sociales, incluso nuestras amistades nos envían constantemente mensajes sobre cuerpos perfectos, estar delgado, alimentos buenos y malos… Intenta hacer limpieza de tus redes sociales, elimina todos esos perfiles que hablan en este sentido, etc. Aprende a ignorar los mensajes relacionados con la mentalidad dieta.
Aprende a escuchar tu cuerpo y tus necesidades.
Con el tiempo nos hemos desconectado de nuestro cuerpo y no sabemos identificar las sensaciones de hambre y saciedad. Es el momento de tomar conciencia, de cada vez que comes ver cómo te encuentras, como te sienta la comida después. Comer con atención y sin distracciones.
Aprende a disfrutar de cualquier comida.
Siente el placer al comer sin tomar en cuenta los ingredientes que haya en tu plato y, sobre todo, hacerlo sin culpa, sin remordimientos y sin esa voz crítica que no te permite disfrutar de la comida.
En conclusión
Acabar con la mentalidad dieta y adquirir hábitos de alimentación saludable es todo un proceso de aprendizaje que lleva su tiempo.